Victoria… ¿Definitiva o pasajera?
Todos ansiamos una victoria frente a las disputas y problemas que nos surgen día a día. Pero, ¿cuánto dura la victoria?
Si buscamos una respuesta en la sabiduría popular nos encontramos con una frase muy interesante: No cantes victoria antes de tiempo.
¿Por qué? Obviamente he ganado.
Pues porque cuando una guerra acaba, empieza otra.
Además, tristemente aun cuando se gana se pierde. ¿Y qué pasa entonces? Pues que empezamos otra para recuperar lo perdido.
Quiero la revancha.
Y vuelta a empezar.
Tal vez sea una amistad que creemos mejor acabada, tal vez sea un juego de ajedrez. ¿Acaso puede alguien afirmar que ha ganado una partida sin perder siquiera un peón?
Ya lo decía Sun Tzu en su libro Arte de la Guerra: No hay ningún país que se haya beneficiado de un prolongado estado de guerra.
(Por cierto, el libro es una obra de arte. Lo recomiendo plenamente.)
Aunque la verdadera pregunta es: ¿Existe la victoria? ¿O es simplemente un sentimiento de superioridad pasajero?
Pues bien, la respuesta es simple. La victoria SI existe. Lo malo es que es relativa.
Siempre habrá tres versiones: la del ganador, la del perdedor y la verdad.
Mi consejo respecto a las victorias es simple: aférrate a la verdad.
Si no quieres perder, no intentes ganar; intenta comprender.
¿Y cuándo eso no es posible?
Pues… siempre habrá un perdedor. Intenta no ser tú, aun cuando el tiempo te declare vencedor.
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Reflexiones con la pared 